Hormigón impreso: qué es, ventajas y productos para repararlo

Pongas donde pongas el hormigón impreso, tu vivienda destacará entre todas las del vecindario. Y no sólo eso, ¡sino que mejorarás por completo el entorno! Elegancia a raudales. Si buscas generar una impresión inolvidable a todo aquel que vaya a visitarte, con esta técnica decorativa lo conseguirás seguro. Ahora bien, ¿dónde puedes aplicar este novedoso material? Estos son algunos de los usos más frecuentes en exterior y que son una apuesta segura:

• En la entrada: para dar la bienvenida por todo lo alto a los invitados desde el minuto 1.
• En el patio: para diseñar tu propio oasis al espacio libre. Relájate y disfruta.
• En la terraza: recocíjate de una comilona en buena compañía, lee un buen libro o deja que los rayos de sol te acaricien mientras te deleitas con todos los sentidos.
• En el contorno de la piscina: una pieza hermosa pero ante todo segura. Superficie antideslizante asegurada. ¡Adiós resbalones indeseados!
• En el jardín de tus sueños: rosales y geranios por allí, hiedras y jazmín por allá, un pequeño estanque o fuente en el medio y un precioso pavimento de hormigón impreso que lo bordea todo. Belleza que lo impregna todo.
• En el garaje: tu vehículo también merece un ambiente único. ¡Dáselo! El hormigón impreso embellecerá el espacio al tiempo que dotará al pavimento de una magnífica resistencia al tráfico.

Menos común pero igual de sugerente y atractivo a la vista es el uso del hormigón impreso en el interior de la vivienda. La reticencia de apostar por este material de puertas para dentro es por no saber cómo aprovechar todo el potencial de su diseño. La realidad, eso sí, es que por sus características se suele colocar en paredes que es lo que se llama hormigón impreso vertical. Te damos algunos ejemplos:

• En el salón para un estilo industrial protagonista: imagina tu sala de estar reconvertida en una estancia más chic y más moderna con ese muro que imita la piedra o la pizarra. Conseguirás aportarle un toque urbano y vanguardista absolutamente fascinante.
• En la cocina para un estilo rústico que nunca defrauda: el olor a café recién hecho nos hace sentirnos en casa, el hormigón impreso en la cocina también. Una pieza decorativa que romperá visualmente con el resto de elementos, muy práctica y duradera y que inundará de naturaleza tu hogar creando un ambiente acogedor y cálido.
• En el baño para implantar tu propio spa: ¿recuerdas ese hotel con esas paredes de baño tan bonitas que te hacía soñar con otro mundo? Era hormigón impreso, y ahora tú también puedes tenerlo sin salir de casa.

Cómo hacer hormigón impreso bien hecho: paso a paso

Te mostramos cuáles son los pasos a seguir para hacer hormigón impreso bien hecho. Es un proceso sencillo pero que sólo puede ser llevado a cabo por un profesional con experiencia en el sector.

1. Preparar el pavimento: quitar cualquier elemento que obstaculice la aplicación como hojas, piedras, etc. A continuación, asegurar la planimetría del suelo con los niveles y pendientes correspondientes. Los expertos aplican un film de lámina policret para que el hormigón no se deshidrate. Poner junta perimetral.
2. Echar el hormigón fresco: añadir fibras de polipropileno al hormigón y verterlo de manera uniforme sobre el soporte. Fundamental usar malla de acero y junta en los perímetros y encuentros con elementos fijos.
3. Nivelar y reglear el hormigón: compactar y sangrar el hormigón con la ayuda de un rodillo para ello. Con una talocha o niveladora, alisar y nivelar el pavimento.
4. Fratasar el hormigón: con el hormigón impreso que sigue fresco, proceder al fratasado para que quede una superficie compacta y lisa.
5. Añadir la capa de rodadura o colorear el hormigón en masa: si el profesional opta por el sistema tradicional para hacer hormigón impreso, espolvoreará la capa de rodadura que da el color final al pavimento. Si por el contrario se decanta por un sistema más moderno, introducirá en la hormigonera un pigmento en polvo y echará el hormigón ya coloreado sobre el pavimento.
6. Talochar la capa de rodadura: en el primer caso, y una vez espolvoreado todo el producto, con una talocha se introducirá el material en el hormigón. Y así de manera consecutiva hasta obtener el acabado deseado.
7. Alisar el pavimento: con una llana de acero eliminar porosidades y asegurar que el pavimento quede liso y sin irregularidades. Para los bordes, emplear una llana canteadora.
8. Aplicar el desmoldeante: colocar el desmoldeante sobre el pavimento para que, después, el molde de hormigón impreso que se grabe en la superficie no se quede pegado.
9. Estampar en el suelo el molde de hormigón impreso: como ya sabes, porque lo hemos comentado con anterioridad, el hormigón impreso ofrece infinidad de diseños gracias a la variedad de moldes que existen. Llegados a este punto, habrá que estampar el molde elegido en el pavimento para darle la forma y textura que se quiere.
10. Quitar el desmoldeante: si las juntas de dilatación no se preveyeron de manera inicial, realizar los cortes antes de las 24 horas desde su puesta en obra. 48 horas después, retirar el desmoldeante.
11. Limpiar el hormigón impreso: transcurridas 72 horas, aclarar con agua el pavimento y dejar secar.
12. Barnizar el hormigón impreso: uno de los pasos más importantes para hacer hormigón impreso es la aplicación de la resina o barniz para proteger el pavimento. Cuando el soporte esté seco, hacerlo.

El hormigón impreso es un material de por vida. Uno de los sistemas más resistentes que hay y que menos cuidados y mantenimiento necesita. No obstante, en función del espacio y superficie en el que se encuentre y a los factores a los que esté sujeto (tránsito moderado o elevado, climatología normal o extrema, calidad del material usado, etc) el hormigón impreso puede durar más o menos años en perfecto estado. Por eso, es tan importante renovar la capa de resina cada 3-4 años con productos como nuestro Smartcover Varnish Repair.

Si se cumplen todos los requisitos, se limpia y se renueva la capa de barniz cuando y como toca, el hormigón impreso puede durar de media entre 20 y 30 años en perfecto estado. Incluso muchísimo más tiempo.

El espesor del hormigón impreso es un elemento crucial para garantizar su durabilidad y estabilidad en el tiempo. En función del tipo de tráfico al que esté expuesto (peatonal, vehicular ligero y/o moderado o vehicular intenso), habrá que respetar un grosor determinado para que el trabajo final sea de calidad superior que nunca será inferior a 10 cm.

Estipulada dicha diferenciación, el espesor que tiene que tener el hormigón impreso es de mínimo 10 centímetros para un tránsito de peatones al uso y de unos 15 centímetros si en cambio hablamos de tránsito mecánico.

Sí, el hormigón impreso es antideslizante. Este valor añadido se debe a la instalación cuidadosa de un molde con un elevado grado de resbaladicidad y del empleo de un sellador adecuado. De hecho no es casualidad que cada vez más personas opten por este material para aplicarlo en los bordes o los alrededores de las piscinas. ¿Por qué? Por su capacidad de crear áreas antideslizantes que evitan resbalones y caídas.

El hormigón impreso, por sí mismo no es impermeable, pero con un tratamiento adecuado garantiza la total protección frente al agua. ¿Cuál es el truco? Sellarse con un barniz de calidad que sí le confiere dicha cualidad tan deseada.

Como el hormigón impreso puede ser impermeable, esto hace que sea idóneo para emplear en exteriores porque va a resistir a la lluvia más intensa o moderada, sin modificar su apariencia estética. Así como en la zona que recubre la piscina, uno de los espacios que más se benefician de la impermeabilidad que el hormigón impreso es capaz de alcanzar.

En resumidas cuentas, el hormigón impreso es impermeable pero ha de sellarse con un barniz de calidad para garantizar la total protección frente al agua.

Aunque hay factores que hacen oscilar su precio final, en España el hormigón impreso vale entre 40 y 100 euros por metro cuadrado. Es importante tener en cuenta que el coste puede ser mayor o menor en función de las circunstancias singulares de cada proyecto.

En este sentido, el tamaño de la obra a ejecutar así como su dificultad, la calidad de los productos empleados para ello, las condiciones climáticas y geográficas del pueblo o de la ciudad en cuestión y las diferentes tarifas de mano de obra harán que el precio del hormigón impreso por m² varíe considerablemente.

El hormigón impreso se puede y se debe aplicar en interiores. Como hemos explicado anteriormente, existen muchas opciones para emplear este material en la vivienda. Eso sí, sus acabados pueden ser diferentes, dependiendo de si aplica en suelos o en paredes. En los primeros tendrá más relieves y texturas más reconocibles, las paredes pueden tener acabados más suaves.

Si te has aburrido del hormigón impreso (esperemos que no), puedes quitarlo sin ningún problema y colocar en su lugar adoquines, microcemento, lo que quieras. Un proceso posible pero que puede parecer un desafío a priori. Hay varias opciones para quitar el hormigón impreso, pero nosotros recomendamos romper la superficie con la ayuda de un martillo neumático o compresor o también con un taladro con cincel. Eso sí: ten precaución para no dañar la base.

La duración media de una obra de hormigón impreso es de dos a tres días. En la primera jornada se aplica el hormigón, se colorea y se estampan los moldes. En la segunda jornada se limpia el pavimento y se aplica la capa de resina protectora.

Pero, como siempre, el tiempo que se tarda en aplicar hormigón impreso lo va a marcar diferentes variables como los metros cuadrados a cubrir, el acabado a conseguir, la superficie sobre la que se va a verter el hormigón, la pendiente de dicha superficie cuando se va a nivelar o si hay que hacer parones debido a una climatología adversa.

El hormigón impreso no requiere una limpieza profunda o muy exhaustiva, aunque esto dependerá de la cantidad de suciedad acumulada en la superficie de lo sucio que esté el pavimento o la pared vertical. Lo recomendable es limpiarlo de manera periódica cuando las áreas acumulen suciedad de cualquier tipo.

Hay varios métodos para limpiar el hormigón impreso:

• Barrer y lavar con agua a presión para la suciedad del día a día (hojas, polvo, residuos superficiales, etc).
• Usar un desengrasante emulsionante para eliminar manchas y eflorescencias.
• Emplear un detergente con pH neutro como Smart Cleaner.

En cuanto a los utensilios para limpiar el hormigón impreso no pueden faltar un buen cepillo de cerdas, una escoba, un detergente suave, una manguera de jardín y una karcher o hidrolimpiadora.

Las manchas blancas en el hormigón impreso es un fenómeno relativamente frecuente y que recibe un nombre: eflorescencias. En función del color del pavimento se apreciará más o menos a simple vista. Se trata de una reacción química natural que nada tiene que ver con la calidad del producto empleado. Lo único que has de saber, para tu tranquilidad, es que hay soluciones para quitar las manchas blancas del hormigón impreso.

• Manchas blancas por cal o salitre: para quitarlas se tiene que usar un ácido que las ataque directamente. ¿Problema? Que ataca también al hormigón. El ácido más suave es el vinagre, pero también está la opción de usar otro ácido un poco más intenso como el salfumán. Eso sí, ha de diluirse con agua para encontrar el equilibrio y quitar las manchas blancas sin dañar al hormigón impreso. Nosotros recomendamos para quitar las eflorescencias utilizar agua a presión con un producto de limpieza y frotar con un cepillo de cerdas naturales.
• Manchas blancas por la aplicación deficiente de la resina: aparecen a los pocos días o semanas de ejecutar el pavimento por haberlo sellado en un día lluvioso, por aplicar una resina al disolvente en invierno y que el pavimento posea humedad e incluso por dejar una capa excesiva de producto. Para quitarlas, habría que limpiar el soporte y poner nuevamente la resina como corresponde.

Para reparar el hormigón impreso hay que contar con un producto adecuado para dicho fin: un mortero de reparación como Smartcover Repair. Con él sanearás tu viejo pavimento de manera económica y rápida.

El proceso para reparar hormigón impreso es muy sencillo y se basa en 4 pasos: preparación de la superficie, mezclado, aplicación del mortero y sellado:

1. Limpiar el hormigón impreso: eliminar la suciedad con Smart Cleaner y delimitar el área a reparar para separarla de la que no.
2. Mezclar el mortero reparador de hormigón impreso con agua: añadir 3 litros de agua a Smartcover Repair y mezclar con agitación mecánica a baja revolución. Esperar entre 3 y 5 minutos a que repose y volver a agitar.
3. Reparar el hormigón impreso con el mortero reparador: aplica 2 capas de Smartcover Repair y dejando entre 4 y 6 horas de secado entre ellas.
4. Sellar el hormigón impreso reparado: aplica 2 capas del barniz Smart Varnish Repair y deja 4-6h de secado entre ellas.

Sí, es posible restaurar el color y el brillo del hormigón impreso. Y es que aunque es un revestimiento decorativo muy duradero, en ocasiones y debido a la exposición prolongada de la erosión, la lluvia y el tráfico intenso, el color y brillo originales se desvanecen un poco. Para recuperarlos únicamente necesitas un producto como Smart Varnish Repair, un barniz al agua que se puede pigmentar y cumplir ambas funciones.

El hormigón estampado es un material muy sufrido que no requiere de abundantes y complicados cuidados. Para el óptimo mantenimiento del hormigón impreso hay que limpiarlo de manera frecuente y renovar cada 3-4 años la capa de resina. No hay que hacer nada más.

Ambos son opciones populares para pavimentar las zonas exteriores de la vivienda tales como patios, entradas de garaje y contornos de piscinas. Pero, ¿qué es más barato? ¿El hormigón impreso o el hormigón pulido? En términos generales, el hormigón pulido es más caro por el proceso de pulido y sellado que se le ha de dar hasta obtener el acabado liso y brillante tan característico. Además, como su mantenimiento y limpieza son más exigentes se incrementa el precio también. Por lo tanto, el hormigón impreso es más barato que el hormigón pulido.

• Veladuras
• Eflorescencias
• Capa de rodadura deteriorada
• Pérdida del brillo
• Pérdida del color
• Grietas o fisuras

Cambiar el color es cambiarlo todo. Un único paso que transforma por completo una superficie y le concede un nuevo estilo y personalidad. En el caso del hormigón impreso no sólo es factible poder llevarlo a cabo sino que es casi obligatorio conforme las tendencias decorativas se actualizan.

El paso a paso para cambiar el color del hormigón impreso es sencillo:

1. Limpiar el pavimento: fuera suciedad. Lava con agua y jabón con pH neutro hasta que la superficie esté libre de manchas, suciedad, hojas, etc.
2. Retirar la resina mediante decapado: el hormigón impreso está sellado o pigmentado y, por consiguiente, es fundamental quitarlo. ¿Cómo? Con un decapado.
3. Aplica un barniz de hormigón impreso con color: pinta y sella de nuevo el hormigón impreso con un solo producto. Matarás dos pájaros de un tiro con Smart Varnish Repair: cambiarás el color de tu pavimento y lo protegerás de los factores externos.